El día de año nuevo

Es el primer día del 2020 y he perdido la voz, el momento perfecto para abrir un blog porque señoras y señores ella tiene mucho que decir.

Ella no es una cebra,pero le gustan las cebras, las leonas, la mantequilla, el café de filtro, la luz de media tarde, las miradas por encima de unas gafas de sol oscuras, los inviernos al sol, los cantautores y ellos.

Ella es una mujer que entra en el 2020 con sueño y poco más, bien se encargó ella de dejarle al 2019 todo aquello que se lo quitaba.

Los leonas cazan cebras y las cebras no quieren que las leonas se las coman y por eso corren a toda leche, sin parar. No huyen de la leona, saben que si sus cachorros tienen hambre ella caza, corren para ser más rápidas que las otras cebras. Toca correr, eso hacen correr y punto. Cuando una es cazada paran, descansan e inlcuso beben agua al lado de la leona que ya ha cazado. Las leonas cazan lo necesario, las cebras corren lo necesario.

Ella ya ha hablado mucho.

Tocaba hablar y habló, ahora le toca parar, beber, callar y escribir.

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